Hoy me puse a pensar la importancia que no le damos a la vida, cuando ésta sin querer nos quita cosas, pensamos que es injusta y olvidamos que sin ella no seríamos quienes somos. Todos estamos llenos de momentos felices y nos sentimos morir cuando algo se termina. La felicidad llega en cualquier momento, todo en el mundo se termina, hasta lo más hermoso, hasta lo más molesto y doloroso.
Nosotros pensamos que estar solos es el fin de la vida y no nos damos cuenta que a veces la soledad nos ayuda a encontrar respuestas que no estaban…

El amor tiene un millón de vueltas, a veces nos sorprende y nos da felicidad y a veces se transforma en lo peor que hay.

Pensando todo esto, crecí un poquito mas, aprendí a sonreír y a ver la realidad tal cual como es, pero por sobre todo pude darme cuenta que no sirve el orgullo cuando existe la amistad, que no sirve llorar cuando un amor se va, que no vale la pena aprender a callar y que no existen fronteras cuando nos sentimos vivos.

PD: Todo pero todo es difícil en esta vida, pero para eso estamos nosotros, para superar todos nuestros retos y metas.

3 comentarios:

  1. Muy buena reflexión, concuerdo contigo, aunque a veces me cueste un poco seguir al pie de la letra mis latidos :/
    Saludos =)

    ResponderEliminar
  2. Jajaja si parece ser que tu eres de los de darle vueltas a las cosas, pero en el buen sentido. Deberías ser filósofo! xD

    Sabes es esta entrada tiene relación con la de 14, y me ha gustado también, sabes buscar las cosas importantes y sacarlas!, es genial.

    Todo tiene dos caras, como tu dices del amor... Dos polos.

    http://laluciernagaperdida.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  3. La vida es el absoluto, lo único que realmente nos pertenece, así que mejor estirarla como un chicle en lugar de dedicarnos a pisotearla.
    Me gusta tu blog y como escribes, así que te sigo! ;)
    http://suburbsofmymind.blogspot.com/

    ResponderEliminar